viernes, 19 de marzo de 2010

Las Novelas de la Mafia

Exceptuando poquísimos casos y épocas, la TV ecuatoriana jamás ha sido una buena fuente de entretenimiento, ni conocimiento, ni información, ni música, ni nada. Empezando por los programas de farándula, que afortunadamente ya están desapareciendo de a poco, hasta los realitys, series y la comedia de David Reinoso que aburre más que las misas navideñas del Papa; la TV nacional parece no tener remedio.

Pero, últimamente se ha evidenciado un problema mucho mayor y tiene que ver con las telenovelas. Se dice que quienes gustan de las telenovelas, pero les da vergüenza admitirlo, siempre se excusan diciendo: “si, pero me gustan solo las novelas brasileñas y colombianas”, y claro, de toda la producción novelística en América estas eran las aceptables. Las brasileñas, porque sus actores y directores no se dedican de lleno a la TV sino que participan principalmente en teatro y cine; y las colombianas, porque son bastante divertidas, auténticas y su gente es muy parecidas a la de nuestro país. Desgraciadamente, el contenido de las telenovelas colombianas ha dado un giro últimamente, solo mire los siguientes títulos y dígame que tienen en común:







  
Mafias, contrabando, narcotráfico, sicariato, prostitución y todo tipo de negocios ilícitos. Parecería que el grave conflicto social de Colombia ha dado una gran idea a los productores del hermano país. Yo se que esta es una situación real, una lamentable situación que se esta viviendo en estos momentos; y no digo que se trate de esconder la realidad o algo por el estilo, pero, tampoco considero correcto llevar a las pantallas tal comportamiento y peor aún hacerlo con personajes diseñados para que lleguen al corazón del televidente, que hacen a los seguidores rogar por que al final de la novela que su capo preferido escape de la justicia con todos sus millones sin pagar por sus crímenes ni todo el daño que causó a la sociedad.

"El Cabo" y "Fresita", dos personajes muy recordados por los televidentes de El Cartel, son el mas claro ejemplo de lo antes mencionado.

Debido al éxito de la primera producción de este tipo, “El Cartel”, han venido mil mas de estas historia y nosotros, como buenos consumidores de basura televisiva, no nos perdemos ni un solo capitulo de las Novelas de la Mafia; novelas en las que las drogas se exhiben como los mas normal del mundo, el dinero se consigue y se gasta como si nada, las muertes se ordenan con una llamada y son el ingrediente que le pone emoción al capitulo, y los “traquetos” junto con sus “prepago” son personajes admirados por el televidente. El narco bueno que lucha contra el malo, pues les tengo una noticia, en la vida real ambos son iguales, ambos se dedican al mismo negocio y seguro que el narco bueno no es tan bueno si ha logrado sobrevivir en ese mundo.

En México, otro país afectado por el narcotráfico, toda expresión que festeje los actos violentos de estas organizaciones o muestre una imagen “buena” de los carteles, esta prohibida; los narcocorridos, canciones compuestas en honor a estos señores, están censurados en radios y la televisión no puede transmitir los videos de ejecuciones y ajustes de cuentas que los carteles envían. Pero, ¿por qué?, acaso están violando la libertad de expresión o intentan esconder la realidad; nada de eso, simplemente no se puede aplaudir un comportamiento que destruye a la sociedad. Si sus canciones sonaran en las radios cada vez amenazarían a mas y mejores grupos para que se las compongan; si mostraran sus ejecuciones en TV, estas serían cada vez  mas brutales para amedrentar a sus rivales y si hacen novelas en su honor cada vez serán más aceptados en la sociedad y buscarán mas protagonismo a través de sus actos.


Slayerizedjh

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